'¿Cuál es el primer deber del hombre? La respuesta es muy breve: ser uno mismo.'
En
eso exactamente consiste ser libre. En ser lo que queramos ser, cuando
queramos, y como queramos ser. Lamentablemente, nos regimos por una serie de leyes, el dinero es el que
verdaderamente mueve el mundo, los menores de edad tenemos ciertas
restricciones... Todo esto lo imposibilita bastante. Pero, si dentro de
todos estos marcos, hacemos una introspección y encontramos a nuestro
verdadero yo, ¿por qué no dejarle salir? ¿Por qué no hacer lo que nos
gusta, rodeados de las personas que queremos, tomando nuestras propias
decisiones y creando nuestro propio camino mientras avanzamos? En eso
consiste ser uno mismo: libertad. En luchar por lo que queremos.
Autosuficiencia e
independencia son palabras que ayudan bastante a comprender de qué se
trata eso de ser libre. Pero, a veces surge un problema. Cuando
dependemos de otra persona, cuando se está enamorado, ¿existe
la libertad como individuo? ¿Depender
de alguien, no poder dejar de pensar en esa persona, tener constante '¿Y si...?' en la cabeza?
'El altruismo es el secreto de la felicidad.' Y no hay mejor ejemplo que el mío para explicarme: felicidad a
gracias a la felicidad de las personas que me rodean. Si aquellas
personas a las que quiero, las que forman parte de mi vida
tienen algún problema y lo están pasando mal, ¿soy capaz de no
preocuparme y dejarlo como está? En absoluto, todo lo contrario. Haré lo
posible para ayudar y que esa persona logre ser feliz. Estaré día y noche insistiendo, pediré que me explique su problema, le ayudaré con todo lo que esté en mi mano Porque sólo así
yo también podré serlo. Es algo esencial. Conseguir la felicidad
gracias a ayudar a ser felices a los demás.
Pero sí es cierto
que no podemos olvidarnos de algo muy importante: disfrutar del camino.
¿De qué nos habrá servido llegar a lo alto de la montaña si no hemos
podido disfrutar del bonito paisaje nevado y de la compañía de los
animales?
V.